Los derechos económicos, sociales y culturales. Entre la corrupción y el neo liberalismo. Los sintecho en Alicante y el derecho a la vivienda

Un sistema de mercado que ha encontrado en España una élite corrupta, cómplice y a la vez instrumento necesario para el asalto a los españoles. Amalgamados, el sistema corporativista y el sistema institucional español engañan a la ciudadanía , mediante el uso de palabras que ocultan o distorsionan la realidad o son simplemente incomprensibles: “Ajustes estructurales” (recortes), “preferentes” (estafa), “crecimiento negativo de la economía” (decrecimiento), “movilidad exterior” (emigración), “impulso aventurero de la juventud” (mejor que decir que la juventud se tiene que ir porque no tiene trabajo), “copago” (paga otra vez), “ley de flexibilidad del mercado de trabajo” (despido fácil y barato), “gravamen adicional” o incluso mejor “ recargo de solidaridad” (subida del IVA), “línea de crédito” o “préstamo ventajoso” (rescate a la banca). Estos “procedimientos poco transparentes de distribución de beneficios” (léase corrupción) han convertido a los españoles en “afectados por un error material” (eufemismo usado por la Unión Europea cuando el dinero ha sido robado del presupuesto), han dejado “daños colaterales” (en España los suicidios previos a los desalojos de viviendas, en otros países masacres) y a una sociedad mundial que se encuentra en “una situación que se ha desarrollado de una manera no necesariamente ventajosa para la misma”, (eufemismo usado por el Emperador Hiroshito cuando informó a sus súbditos de la rendición incondicional de Japón en 1945). En lenguaje castizo los corruptos y los mercados en connivencia con los gobernantes han robado a los ciudadanos, han asesinado y masacrado, y la sociedad de momento está rendida ante estas políticas globales.

Autora:
Ana María Casadiego Esquivias