Mujeres rurales emprendedoras, detonadoras de desarrollo
económico: binomio colaboración - empoderamiento
Entrepreneurial rural women, economic development detoners:
binding collaboration - empowerment
Isabel Pérez Pérez
Docente/Investigadora
Titular de la Escuela de Ciencias Administrativas Istmo Costa, Campus IX, Tonalá.
Universidad Autónoma de Chiapas.
Investigadora Nacional Nivel 1
Investigadora Estatal Honoraria Nivel VI.
Perl Prodep.
isabelperez1491@hotmail.com
Recepción: 05/01/2017. Aceptación: 21/02/2017. Publicación: 24/05/2018
Citación sugerida:
Pérez Pérez, I. (2018). Mujeres rurales emprendedoras, detonadoras de desarrollo económico: binomio
colaboración - empoderamiento. 3C Empresa: investigación y pensamiento crítico, 7(2), 26-43. DOI: http://dx.doi.
org/10.17993/3cemp.2018.070234.26-43/
3c empresa. Investigación y pensamiento crítico. ISSN: 2254-3376 Ed. 34. Vol. 7 Nº2. Mayo-Agosto 2018
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3cemp.2018.070234.26-43/
RESUMEN
La mujer rural emprendedora es factor clave de la sociedad mexicana que genera recursos
económicos a las familias. En Chiapas (México), no se pueden excluir de la situación especíca de
las mujeres rurales, las cuales representan el 50,4% del total de las mujeres mexicanas (CEAMEG,
2014). La mayoría de este colectivo, están en situación de pobreza extrema. Además de vivir en
comunidades rurales, con una inadecuada infraestructura de servicios, escasos servicios de salud o
educativos, y con necesidades básicas insatisfechas en la mayoría de los hogares, viven dominadas
por el sistema “machista” propia de una cultura rural, sin reconocimiento de sus derechos, ni de sus
labores dentro y fuera del hogar.
Por ello, se presenta este estudio que se realizó con una metodología mixta, cualitativa y cuantitativa.
La recolección de información utilizó los siguientes instrumentos metodológicos: un grupo focal y la
aplicación de una encuesta semi estructurada a los participantes del mismo grupo focal (hombres,
mujeres y jóvenes, todos ellos mayores de 18 años, vendedores de pescado en la periferia del
mercado público Manuel Larrainzar). El resultado reejó que de las 17 personas que comercializan
su producto en este sitio, 15 son mujeres, y únicamente 2 hombres; de ellos, 10 son casados (as), 3
solteras, 1 que vive en unión libre, 1 madre soltera, 1 divorciada y 1 viuda, como se puede observar
el rol protagónico de la mujer en esta actividad comercial es predominante.
ABSTRACT
Rural women entrepreneurs is key factor in Mexican society that generates income to families. In Chiapas (Mexico),
may not be excluded from the specic situation of rural women, which account for 50.4 per cent of the total of Mexican
women (CEAMEG, 2014). The majority of this group, are in extreme poverty. In addition to live in communities
that are rural, with inadequate infrastructure services, scarce health services or educational, and basic needs unmet in
most households, they live dominated by the “macho” system of a rural culture, without recognition of their rights, or
their work inside and outside the home.
Why is this study which was carried out with a joint, qualitative and quantitative methodology. The collection of
information used the following methodological instruments: implementation of a survey and a focus group semi structured
to participants of the same target group (men, women and young people, all of them older than 18 years, sh sellers in the
periphery of the public market Manuel Larrainzar). The result reected that of the 17 people who market your product on
this site, 15 are women, and only 2 men; of them, 10 are married (as), 3 single and 1 who lives in free union, 1 single
mother, divorced 1 and 1 widow, as you can see the role of women in this commercial activity is predominant.
3c empresa. Investigación y pensamiento crítico. ISSN: 2254-3376 Ed. 34. Vol. 7 Nº2. Mayo-Agosto 2018
DOI: http://dx.doi.org/10.17993/3cemp.2018.070234.26-43/
PALABRAS CLAVE
Mujeres rurales, Mercados públicos, Empoderamiento, Economía.
KEY WORDS
Rural women, Public markets, Empowerment, Economy.
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1. INTRODUCCIÓN
Con este estudio se logidenticar la problemática que viven las mujeres emprendedoras rurales
que vienen a la ciudad a buscar un sitio en los mercados locales para la venta de su producto (pescado)
y tienen que ubicarse en la periferia del mercado público, puesto que no tienen un sitio denido
para realizar la comercialización de su mercancía. Considerando que estos lugares ofrecen una serie
de oportunidades para vendedores y compradores de distintos tipos de productos y servicios.
Por ello, primeramente se elaboró un censo que permitió obtener datos e información para
posteriormente proponerles una forma de organización que les facilite realizar esta actividad de
forma más segura y puedan obtener ganancias que les provea para que puedan vivir de una manera
digna.
En segundo lugar, se ubicaron los problemas a que se enfrentan en el día a día, estas mujeres para
realizar sus actividades diarias en una matriz FODA. Posteriormente, se les diseñaron documentos
contables donde podrán llevar un registro que concentre todas sus operaciones diarias como son sus
compras y ventas, así como lo que se invierte y cuanto se obtiene de ingreso económico al efectuar
la comercialización de su producto, si se obtiene una ganancia o no.
Considerando que los mercados públicos proveen grandes oportunidades de negocio, para los que
ofrecen productos o servicios por representar un sitio donde oferentes y demandantes convergen
para buscar mejores oportunidades, tanto en los precios, como en las oportunidades de ventas
comerciales.
1.1. CARACTERÍSTICAS DE LA POBLACIÓN OBJETO DE ESTUDIO
En las comunidades rurales, existen muy pocas actividades que pueda absorber la mano de obra
femenina, lo que implica que las mujeres en edad productiva genere su propio empleo, por medio de
la venta y comercialización de todos aquellos productos o servicios que impliquen una oportunidad
de trabajo, que les provea ingresos mínimos necesarios para su subsistencia y la de su familia.
Un ejemplo, es el que realizan las mujeres rurales emprendedoras que venden pescado en la
periferia del mercado público Manuel Larrainzar, ubicado en Tonalá, Chiapas. La importancia
de esta actividad radica en la cadena de valor que genera este proceso de compra/venta para las
comunidades, aun cuando no se considera un trabajo formal, es una ocupación digna.
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Observándose que la situación económica de estas personas, no está tan deprimida como en otras
familias que no realizan actividades de comercialización y que dependen únicamente de los apoyos
gubernamentales que mes a mes reciben. Este es un factor muy importante si se considera que los
hijos, principalmente mujeres, forman parte de la fuerza de trabajo en esta actividad (Pérez, Orozco
& Cruz, 2014).
La situación económica de las mujeres rurales que venden pescado no está tan
deprimida como en otras familias que no realizan actividades de comercialización
y que dependen de los apoyos gubernamentales.
Según García (2003), el trabajo manual es signicativo por el hecho de no contar con tecnología,
estructura un proceso de trabajo diferente al de una organización industrial con producción en serie.
La producción está orientada hasta ahora, a la generación de un ingreso familiar de subsistencia (ver
guras 1, 2 y 3).
Figura 1. Mujeres rurales vendedoras de pescado en el mercado público Manuel Larrainzar en Tonalá, Chiapas.
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Figura 2. Mujeres rurales vendedoras de pescado en el mercado público Manuel Larrainzar en Tonalá, Chiapas.
Figura 3. Mujeres rurales vendedoras de pescado en el mercado público Manuel Larrainzar en Tonalá, Chiapas.
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1.2. SITUACIÓN DE LAS MUJERES RURALES EN CHIAPAS
(MÉXICO)
En 2010, la población que vivía en localidades rurales (menos de 2,500 habitantes) sumaba 26
millones y representaba 23.2 por ciento de la población total del país; alrededor de 13.4 millones
son mujeres y 12.9 millones son hombres. La edad mediana de las mujeres rurales es de 23 años y
22 para los hombres, mientras que la correspondiente a las mujeres de grandes ciudades de 100 mil
y más habitantes es 29 años, 2 más que los hombres cuya edad mediana es de 27 años (CEAMEG
con base en INEGI Estadísticas históricas de México 2009).
En este mismo año, CEAMEG menciona, que había 102 mujeres rurales por cada 100 hombres
rurales. Oaxaca es la entidad federativa que tiene una mayor proporción de mujeres rurales (52.3%),
seguida de Chiapas con la mitad de su población de mujeres residentes en áreas rurales. Hidalgo
y Tabasco también tienen una importante proporción de mujeres rurales, 47.4 y 41.9 por ciento,
respectivamente.
Las mujeres rurales representan el 504% del total de mujeres mexicanas.
Por lo tanto, las mujeres en Chiapas, no se pueden excluir de la situación especíca de las mujeres
rurales, las cuales representan el 50,4% del total de las mujeres mexicanas (CEAMEG, 2014). La
mayoría de este colectivo, están en situación de pobreza extrema. Además de vivir en comunidades
rurales, con una inadecuada infraestructura de servicios, escasos servicios de salud o educativos, y
con necesidades básicas insatisfechas en la mayoría de los hogares, viven dominadas por el sistema
“machista” propia de una cultura rural, sin reconocimiento de sus derechos, ni de sus labores dentro
y fuera del hogar.
Esto limita su integración y participación en actividades comunitarias, o llegar a ser parte de
organizaciones donde se toman decisiones relacionadas con el desarrollo. Según Mareswara (2016),
las responsabilidades asumidas en función de su sexo (cuidado de la familia, tareas domésticas,
cuidado de animales de traspatio, etc.) y otras referidas a las tareas agrícolas reducen sus posibilidades
de tener una actividad económica que les genere ingresos para su autonomía, o bien actividades
relacionadas con su desarrollo personal que le permita elevar su autoestima.
Deben sobrevivir en un sistema que les ha negado el acceso a recursos productivos, asistencia técnica,
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conocimientos y formas de organización propias. Conscientes de este problema, las instituciones
públicas del país han comenzado a abordar el problema y promover los derechos de las mujeres a
nivel legislativo y estratégico (CEAMEG, 2014).
Para ello se han elaborado documentos básicos en materia de derechos humanos de las mujeres
como: la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la
Mujer”, aprobada por la ONU en 1979 a nivel internacional, y a nivel regional, la “Convención
interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer” conocida como
Convención de Belém de Pará desde 1999; a nivel nacional, el Congreso de la Unión aprobó en
febrero del 2007 la “Ley General de acceso de las mujeres a una vida libre de violencia”.
En términos generales se puede decir que el país cuenta con un amplio marco jurídico que protege
algunos de los derechos básicos de las mujeres (ver Cuadro No. 1: Derechos Humanos de las mujeres).
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por realizar para romper con el estigma de la exclusión que
pesa sobre las mujeres, principalmente rurales, y que no las reconocen como parte fundamental del
desarrollo del país, mucho menos del estado, municipio o comunidad.
Tabla 1. Derechos Humanos de las Mujeres.
ACCIÓN AÑO
Se crea la Comisión de Equidad y Género en la Cámara de Diputados 1999
Se crea la Ley del Instituto Nacional de las Mujeres 2001
Se promulga la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación 2003
Se promulga la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres 2006
Se promulga la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia. 2007
Se promulga la Ley para Prevenir y Sancionar la Trata de Personas. 2007
Se tipica el feminicidio en el Código Penal Federal. 2012
Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, la obligación para los partidos políticos de asegurar la
igualdad de oportunidades y la paridad entre hombres y mujeres para tener acceso a cargos de elección popular.
2014
Ley General sobre los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. 2014
Fuente: CEAMEG a partir de la Cámara de Diputados 2016.
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1.3. JUSTIFICACIÓN
La idea de promover el empoderamiento de las mujeres constituye parte de un cambio cultural,
social y económico, entendido como un proceso orientado de forma consciente a transformar ideas,
creencias y conductas que afectan la calidad de vida de hombres y mujeres; incluso, el desarrollo de
las comunidades rurales (Villarreal, 2011).
Para que la voluntad de modicar el sometimiento de género por el empoderamiento sea efectivo, se
debe involucrar a las partes para percibir si desean cambiar y como se debe participar en ese proceso
de cambio que se pretende lograr (Narasimha, Anand, Ravish, Navya y Ranganath, 2016). Si no
existe el deseo de colaboración entre este colectivo (hombres y mujeres), difícilmente se conseguirá
este cambio esperado. Para ello, fue necesario analizar sus costumbres, usos, prácticas, tradiciones e
ideas que prevalece en las comunidades rurales con respecto al rol de género.
Por tal motivo, el empoderamiento reconoce la necesidad de aumentar el poder de las mujeres,
denido en términos de liderazgo que les permitirá inuir en el cambio cultural, económico, político
y social a través del control de recursos materiales y no materiales (Hidalgo, 1999).
Pérez, Vázquez & Zapata (2008) explican que “Género en Desarrollo”, considera a las mujeres como
sujetos dinámicos y promotores de cambios, por lo que, propone el empoderamiento femenino, como
estrategia para superar las limitaciones de lo mencionado `por las “Mujeres en Desarrollo”. Para
Young (1997), el empoderamiento consiste en facilitar el control de las mujeres sobre los procesos
que afectan sus vidas, lo que les permitirá vigilar sus propias actividades, organizarse para ayudarse
unas a otras y generar peticiones de apoyo a las instancias locales, municipales, estatales y nacionales
para incidir en el cambio, desarrollo de la sociedad, del país y del mundo.
La perspectiva de Género en Desarrollo, se ocupa de las relaciones de género en situaciones
culturales e históricas concretas. Incluye, en la agenda para el cambio, las necesidades estratégicas
de las mujeres, buscando modicar relaciones de desigualdad (Nazar & Zapata, 2000).
Pérez et al., (2008) continúa comentando las armaciones de Género en Desarrollo y analizan el
papel de éste colectivo en el ámbito productivo, con el n de que la política pública no genere nuevas
cargas de trabajo para ellas. En su propuesta introduce dimensiones cualitativas, quizá no medibles,
del desarrollo, como por ejemplo la importancia de la autonomía femenina, de su independencia
económica, de su desarrollo emocional y profesional, así como la necesidad de promover una
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democracia participativa donde la brecha entre líderes e instituciones sea eliminada para que las
personas sean sujetos modicadores de sus propios entornos (Pérez, 2001).
Según Rowlands (1997), a partir de la investigación que hizo en grupos de mujeres rurales,
el empoderamiento de estas es “un núcleo de procesos psicológicos que cuando se desarrollan,
capacitan al individuo o al grupo para actuar de tal forma que incremente su acceso al poder y
su uso en varias formas”. Eso signica la capacidad para elevar su conciencia como mujeres y el
desarrollo de habilidades para superar problemas y encontrar salidas y soluciones.
Villarreal, (2011), comenta del estudio anterior, parecería, “con los datos registrados sobre el número
de mujeres que están participando en los mercados públicos, que las mujeres están encontrando
caminos para incrementar su participación en las ventas de manera autónoma”, lo que sería una
pista sobre su avance en términos de empoderamiento.
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2. METODOLOGÍA
El diseño de la investigación es de tipo cualitativo y descriptivo, se desarrolló en dos fases para
que se capturaran los distintos signicados de este fenómeno social y personajes involucrados en
este proceso; el problema a estudiar fue el binomio colaboración empoderamiento femenino de las
vendedoras de pescado en la periferia del mercado público Manuel Larrainzar en Tonalá, Chiapas.
En la primera fase, se llevó a cabo por medio de la observación y el análisis de los testimonios
recogidos con el grupo de enfoque realizado, se fue construyendo su signicado de acuerdo a los
comentarios, opiniones, ideas vivencias y sentimiento de este colectivo (ver Cuadro No. 2: Censo de
mujeres vendedoras de pescado).
La información recogida con esta metodología, fue llevada a cabo durante los meses de junio a
diciembre del año 2016. A partir de la identicación de las dicultades se construyó una matriz
FODA que se utilizó para visualizar una síntesis del binomio colaboración-empoderamiento por
parte de las mujeres rurales emprendedoras; iniciando de forma individual y concluyendo de
manera colectiva (Tabla 3).
Tabla 2. Censo de mujeres vendedoras de pescado.
NOMBRES EDAD EDO. CIVIL HIJOS
Nicolasa Trinidad Castañeda 42 Casada 6
Margarita Trinidad Castañeda 49 Casada 8
Teresa de Jesús Matías Trinidad 30 Casada 4
Guadalupe Salazar Mendoza 40 Divorciada 3
Danny Gricel Natarán Roblero 23 Soltera 0
Rosa Alba Lorenzana Ramos 40 Casada 3
Gloria Trujillo 41 Viuda 5
Sandra luz Cigarroa Flores 38 Casada 1
Elidía López Ovando 67 Casada 6
Elio Cueto De los Santos 68 Casado 6
Margarito Matías Mateo 52 Casado 8
Violeta López Caballero 45 Casada 3
Leydi Ovando Ríos 30 Casada 1
María angélica De Paz Trinidad 23 Soltera 0
Graciela De Paz Trinidad 22 Soltera 0
Mari Celia Matías Trinidad 32 Madre soltera 1
Aloína Ovando Antonio 55 Unión Libre 5
Fuente: elaboración propia.
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Tabla 3. Binomio Colaboración-Empoderamiento.
FORTALEZAS DEBILIDADES
+
Incorporación cada día más a la Educación
Buscan alternativas de independencia
económica
Mejoran cada día más su autoestima
Valoran más su capacidad creativa
Potencian su desarrollo personal
Brindan más atención en aspectos de su
salud
Apoyo mutuo para superarse
Más información sobre la equidad de
género
Ausencia de capacitación en nuevas tecnologías
Bajos conocimientos empresariales
Falta de organización en los grupos de mujeres
Carencia de autonomía en la Toma de Decisiones
Escasez de herramientas de Mercadotecnia.
Tienen que solicitar autorización para desplazarse
de un sitio a otro,
Nulos conocimientos contables-administrativos
Bajo nivel de estudios
-
+
Mejorar su calidad de vida
Poseen mayor voluntad para emprender
Desafían las leyes de subordinación
Mayor capacidad de reacción ante los
problemas
Han ido venciendo el miedo al cambio
Se han decido a ser protagonistas de su
vida
Son estupendas negociadoras
Opresión de parte de los hombres de su entorno
Escasez de trato afectuoso por parte de sus
padres
Falta de respeto en el hogar
Ausencia de involucramiento de los esposos en
labores domésticas.
Trato desigual hombre/mujer en el espacio familiar.
Violencia verbal y maltrato familiar
-
OPORTUNIDADES AMENAZAS
Fuente: elaboración propia.
Las mujeres asistentes, que se atrevieron a verbalizar las condiciones de inequidad, opinaron que
con la venta de pescado en la periferia del mercado público, existe la posibilidad de mejorar su
condición o al menos atenuar su impacto.
Una de ellas decía: “en la comercialización, veo otra perspectiva de vida, me da otra visión”. En
el grupo, se manifestó preocupación por la mejor manera de introducir cambios y de promover la
solidaridad entre mujeres. Esta idea que se relaciona con las actoras sobre las “buenas costumbres”
entre las mujeres, facilitarían los procesos organizativos para que pudieran darse apoyo mutuamente
que beneciaría su unidad, facilitando la transición a empoderarse.
También explicaron, que en las actividades de comercialización, que comprende la compra/
venta, es donde se produce la mayor utilidad, pues al realizarse la venta se da la valorización de la
mercancía, es decir, se materializa el esfuerzo del trabajo en dinero, y se pueden calcular y comparar
los costos de adquisición del producto, así como del valor agregado (ganancia).
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3. RESULTADOS
El análisis realizado reveló que de las 17 personas que comercializan su producto en este sitio, 15 son
mujeres, y únicamente 2 hombres; de ellas 10 son casadas (os), 3 solteras, 1 que vive en unión libre,
1 madre soltera, 1 divorciada y 1 viuda, como se puede observar el rol protagónico de la mujer en
esta actividad es predominante.
Estas mujeres tienen como apoyo económico ahorros propios, tandas,
préstamo que solicitan a familiares y amigos, porque los sistemas crediticios o
microcréditos les cobran demasiados intereses propiciando que no lo puedan
pagar.
Con respecto a los ingresos que reciben por las ventas que realizan, se reejó que las mujeres asumen
más responsabilidades y compromisos que los hombres, puesto que después de haber cumplido
con el total de sus ventas, el ingreso que obtienen de su negocio, un porcentaje es para comprar
su mercancía al día siguiente; otra porción, para el pago de sus pasajes y traslados al lugar donde
realizan su compra e ir al lugar donde está su expendio, incluso tienen que separar otro porcentaje
para enviar a sus hijos a la escuela, otra fracción para el alimento diario de su familia.
Estas mujeres tienen como apoyo económico ahorros propios, tandas, préstamo que solicitan a
familiares y amigos, porque los sistemas crediticios o microcréditos les cobran demasiados intereses
propiciando que no lo puedan pagar. También reciben apoyos económicos estatales, cuya cantidad
oscila entre 2 mil a 3 mil pesos como beca a sus hijos que están en la escuela. Esto les da un fuerte
impulso económico, lo que les permite “refaccionarse” y tener efectivo para comprar su producto
(pescado).
Habitualmente este negocio no necesita que las personas tengan gran experiencia en el trabajo, es
suciente que sepan “realar” el pescado, es decir, limpiarlos y abrirlos; preparándolos para darles la
presentación que solicita el cliente, de acuerdo a como lo requieran en su hogar para su alimento
(frito, en caldo, empanizado, al horno, asado, ceviche, al hervor, al agua chile, tapadito, empapelado
etc.,). La forma de “comerciar” la van adquiriendo conforme pasa el tiempo y venden su mercancía
(Pérez et al. 2014)
La edad de las vendedoras de pescado, uctúa en un 60 por ciento de 30 a 50 años, otro porcentaje
menor el 23 por ciento son mayores de 50 años y únicamente el 17 por ciento corresponden de 20
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a 29 años. En cuando a la edad de cuando iniciaron este negocio, la mitad de ellas comenzaron este
comercio a la edad de 20 a 40 años y la otra mitad de las propietarias comenzaron este negocio a
una edad de 20 años y menores de 20.
Al decir de ellas, la mayoría tuvo algo de planeación no escrita cuando empezó su negocio y solo la
minoría hizo un plan de negocios, hay que aclarar cuando ellas hablan de planeación, es cuando
van a preguntarle a sus familiares o amigos, acerca de poner un pequeño negocio, incluso, se llega
al caso, que van y hablan con los dirigentes de sus sectas (las cuales hay muchas en estos lugares y
de las que son integrantes). Este mismo caso pasa cuando hablamos de asesoría profesional, aunque
la mayoría dijo que no tuvo asesoría profesional, se da mucho el caso anterior (Pérez et al. 2014).
Por lo tanto, se pudo observar que la educación es uno de los factores principales que afectan a la
labor que realizan; otro factor no menos importante es el tiempo que le dedican a sus actividades
comerciales, a menor tiempo, menor espacio empleado para su trabajo. Otro factor, son las razones
personales y/o familiares, que las limita, tomando la preferencia de no ir más allá en su comercio.
Generalmente estas propietarias tienen un nivel educativo máximo de primaria, algunas de ellas
tienen secundaria y solo un grupo minoritario tienen preparatoria, actualmente dos de ella están
estudiando licenciatura en Contaduría Pública lo que potenciará su conocimiento para llevar el
registro de sus gastos y costos en su negocio.
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4. CONCLUSIONES Y PROPUESTA DE MEJORA
Poner n a la pobreza en todas sus formas, también tiene una resonancia especial para las mujeres
rurales. La interrelación entre el acceso limitado a los recursos, la educación y la atención médica
inapropiadas, la discriminación sistemática y los obstáculos a su participación agravan su condición
de pobreza y exclusión.
Por ello, el empoderamiento de las mujeres rurales, es un requisito previo para lograr la visión de
los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que se propone “poner n a la pobreza y el hambre,
alcanzar la seguridad alimentaria y empoderar a todas las mujeres y las niñas como agentes clave
en los sistemas alimentarios”, tan prioritario para este colectivo que se encarga de garantizar la
alimentación adecuada para las familias; las mujeres rurales se encuentran en el centro de este
desafío.
Si se logra que el grupo de mujeres rurales emprendedoras que venden pescado en la periferia del
mercado público Manuel Larrainzar se organicen para acceder a créditos, apoyos municipales,
estatales y nacionales, además, se les proporcione una alternativa de distribución, así como dotarlas
de herramientas estratégicas de mercadotecnia para que mejoren la comercialización, imagen e
higiene de su producto, solo entonces se podrá garantizar que ellas alcanzarán su nivel de bienestar
mínimo para satisfacer las necesidades económicas de su familia, hijos, padres, abuelos y todos
aquellos que dependen de este colectivo.
El empoderamiento de las mujeres rurales, es un requisito previo para lograr la
visión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030, que se propone “poner
n a la pobreza y el hambre, alcanzar la seguridad alimentaria y empoderar a
todas las mujeres y las niñas como agentes clave en los sistemas alimentarios”.
Finalmente, se debe involucrar a todos los integrantes de la familia a que participen activamente
en las labores diarias del hogar, para propiciar que las mujeres descarguen sus quehaceres y
responsabilidades, que les permita tener un horario de esparcimiento y relax para su bienestar
emocional que repercutirá en el progreso de todos los miembros de la familia y ellas puedan lograr
su pleno desarrollo personal y social que detone su mejoría económica y la de su entorno.
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5. AGRADECIMIENTOS
Al COCYTECH por el apoyo económico proporcionado para la realización de este
estudio.
A las mujeres rurales emprendedoras que venden pescado en la periferia del Mercado
público Manuel Larrainzar en Tonalá, Chiapas. “gracias por su participación”.
6. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Centro de Estudios para el adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género (CEAMEG).
(2016). Las reformas a la Constitución de 1917 desde el punto de vista de las mujeres. Cámara de
Diputados LXIII Legislatura. México, D.F.
García Canclini, N. (2003). Culturas hibridas. Estrategias para entrar y salir de la modernidad. Editorial
Grijalbo, México, D. F.
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SSS Susana Sawyer, Álamos, Sonora. Tesis de Maestría en Estudios del Desarrollo Rural, México,
Colegio de Postgraduados.
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